Despedidas y duelos tabú…




La vida es así, para ellos, nuestros compañeros de 4 patas y para nosotros los humanos. La vida y la muerte conviven y solo las separa una línea muy fina y sútil que en cualquier momento podemos cruzar.
Por tanto es necesario que estemos preparados, ( aunque a veces uno nunca lo está para una despedida ) que elaboremos su duelo, que pongamos nombre a las emociones, a los sentimientos, que compartamos con los niños si los hay, lo que ha sucedido y que ellos también puedan elaborar su duelo siempre de acuerdo a su edad y entendimiento, sin mentiras y sin ocultarles aquello que tarde o temprano será evidente y mejor que sepan por nosotros lo que ha sucedido a que sientan que les hemos engañado.
Sin embargo la muerte de un animal, sigue siendo un tema tabú, un tema a evitar de forma abierta por la sociedad en la que vivimos. De algún modo se quita importancia al dolor, a las emociones y a los sentimientos generados entorno al animal y hay que respetar lo que cada uno siente, ya que no es algo cuestionable, es algo individual de cada persona y .no debemos juzgar o etiquetar ese dolor.
Cada persona vivirá el duelo de una forma diferente al otro, ni mejor ni peor, diferente, ya que el bagaje y las experiencias previas a la muerte y al duelo hacen que cada uno tengamos nuestro propio proceso individual.
No podemos generalizar, pero para muchas personas un animal se convierte en un compañero de viaje, de confidencias, de momentos dulces y amargos y en todos ellos siempre tienen una muestra de afecto, un lametón, una mirada de complicidad, algo que quizás es difícil conseguir con otro ser humano que juzga y etiqueta sin más…
Sin duda, para los amantes de los animales, para quienes un animal es parte de la familia tanto por los cuidados, como por la relación o lazos forjados a lo largo del tiempo compartido, sufrir el fallecimiento del mismo es un golpe duro a veces complicado de superar…
Y esto es lo que muchas veces sobra esos juicios, esas críticas y esas etiquetas. Para muchos guías sus compañeros peludos son uno más de la familia y así lo viven, así lo lloran y así lo despiden y hay que respetar el duelo de cada persona y de cada díada humano-animal.
Y el dolor sentido puede ser algo físico como la noticia que puedes leer a continuación:
Una mujer sufrió el síndrome del corazón roto tras fallecer su yorkshire. El caso acaba de ser publicado en el New England Journal of Medicine. La ciencia demuestra que se te puede romper el corazón si tu perro muere
Escribiendo este artículo no me puedo olvidar de Eduardo Gómez, sin duda un gran profesional, un ejemplo en el mundo canino que dejó una gran huella tanto en los humanos que ayudó como en los perros que pasaron por sus manos a lo largo de su trayectoria profesional. Seguro que él cuidará de nuestros compañeros de cuatro patas y a la vez ellos de él.

Gracias al equipo de Vida Animal, especialmente a Ana y Feli que nos atendieron en la Clínica Veterinaria Vida Animal por el trato recibido, como siempre excelente, por la empatía, la cercanía y el mimo que nos trataron en todo momento. Sobre todo para mí en ese momento el respeto y el trato al cuerpo de Lana y todo el proceso hasta su incineración y posterior entrega, GRACIAS de corazón por vuestra maravillosa labor!!
Quiero además rendir así un homenaje a nuestra pequeña Lana que cruzó el arcoíris muy pronto, pero también quiero recordar y nombrar especialmente a: Manchitas, Nuca, Nala, Rex, Kira, Risky, Olay y a otros muchos compañeros/as de viaje que cruzaron el arcoíris y nos dejaron una huella grande a pesar de tu tamaño…

