La familia de Zion, un pequeño con síndrome de Edwards, quiso hacer de cada día vivido un regalo y grabarlo para recordarlo siempre.
Diez días para conocer a su familia y recordarlo siempre
Josh y Robbyn Blick fueron padres por quinta vez el 11 de enero de 2014. Durante el embarazo, los médicos diagnosticaron al pequeño Zion con Trisomía 18, una enfermedad genética que es fatal.
Esta pareja esperaba un hijo y a las 20 semanas de embarazo los médicos les dieron una terrible noticia. Su bebé tenía la enfermedad trisomía 18, también conocida como el síndrome de Edwards.
La presencia de un cromosoma adicional en el par 18 iba a hacer que su hijo naciera con diversas anomalías y problemas de salud que pondrían su vida en peligro. De hecho, muchos de los bebés que padecen esta enfermedad mueren antes de nacer.
Robbyn y Josh decidieron continuar con el embarazo y darle la oportunidad a su pequeño hijo de experimentar la vida aunque fuera por unas horas (que era lo máximo que los médicos le daban). Sin embargo, pudieron conocer a su hijo, al que llamaron Zion Isaías Blick.
Zion nació con un problema en el corazón y su esperanza de vida era prácticamente inexistente, pero sus padres no perdieron la esperanza y disfrutaron cada momento con su bebé durante los diez días que estuvo con ellos. Incluso pudieron llevárselo a casa.
Josh y Robbyn Blick, los padres del pequeño, decidieron homenajear cada momento que el pequeño estuviera en este mundo y se dedicaron a registrar la corta vida del bebé celebrando cada día su vida.
La pareja junto a sus otros hijos, familiares y amigos celebraron y disfrutaron a Zion hasta el día de su muerte, el 21 de enero.
El momento más feliz, según relata su madre, fue cuando consiguieron llevarle a casa. «Nuestros hijos rezaban todas las noches para que pudiéramos llevarle a casa. Hubo tanta alegría y tanta plenitud..».
Sin embargo, al noveno día de vida, Zion comenzó a respirar con dificultad. Al día siguiente murió. «Esto es lo más difícil que he tenido que hacer. Pero quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti», dice su padre.
A pesar de su corta estancia seguro que esos días fueron muy felices para Zion ya que tuvo el amor de su familia y estuvo acompañado.
Querido Zion, mi milagro pequeñito – Dice Josh Blick en el video – Quiero que sepas que no tuviste que ser grande y alto o siquiera ruidoso para que te notáramos. No tuviste que estar frente al púlpito, o escribir un libro para captar nuestra atención. Sólo lo hiciste.
De hecho, hiciste más en tus diez días en la Tierra de lo que podría esperar a hacer. Esto es lo más duro que he tenido que hacer. Pero quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti.
Mi pequeño precioso Zion eres mi regalo. Cada respiro que diste fue un momento para inhalar la perfección de la belleza de Dios. Cada latido de tu corazón fue una medida del amor. Escuchabas cuando oías la voz de tu papá, y mirabas hacia él.
Te besé la cara un millón de veces y me gustaría darte un millón de besos más. Abrías tus pequeñas manos y nos tomabas del dedo con el puño de dos kilos más fuerte que hay. Te gustaba cuando tocaba tu cabello y pasaba mis dedos por tu cara.
Veías a tus hermanos grandes con asombro en los ojos, mientras ellos te veían como el milagro que fuiste. Fuiste cubierto de oraciones desde el día uno. Y te aman los más asombrosos amigos y familiares. Nos uniste y brillabas la luz de la gloria de Dios. Sabía que serías un luchador, y estoy muy orgullosa de ti hijo mío.- Mamá
Zion Isaiah Blick from Alpine Chapel on Vimeo.
Un abrazo enorme a todas las familias que han pasado o están pasando por la pérdida de un bebé!!
Mucha fuerza y ánimo en vuestro camino!!