Superamos las 5 semanas pero no fue posible
De nuevo embarazada 🙂 que ilusión y que miedo a la vez con la experiencia vivida un año atrás.
Un año de superación ya que estaba en busca de un nuevo embarazo y no llegaba, cada mes era una derrota emocional, ver que otras personas sí podían tener a sus bebés y yo no…
Pero tras un largo año, duro, con muchas lagrimas, con muchos sentimientos frustrados, por fin llegó de nuevo esa rayita tan esperada en un test de embarazo, siii embarazada de nuevo!!!
Uff que miedo y ¿ahora qué?
Lo primero fue no esperar, ir a un ginecólogo privado y poder saber desde ya si todo iba bien o si de alguna forma podía hacer algo para que aquel embarazo siguiera adelante.
Era julio y todos de vacaciones, me costó mucho encontrar un ginecólogo que me pudiera ver en esa semana, pero finalmente lo conseguí, tenía mi cita y podía salir de dudas y ver como iba todo.
¡Que nervios hasta que llegó el día de la cita!
Llegamos y claro ni que decir tiene que esto es otro color, una atención más personalizada, con tiempo, sin prisa y con calidez.
Tras una ecografía todo estaba bien, estaba en el punto en el que me quedé en el embarazo anterior casi 5 semanas, era muy pronto pero habíamos avanzado un paso ahora estaba todo bien.
Salimos con un librito sobre cuidados en el embarazo y a pesar de la alegría no había esa euforia que si hubo la vez anterior, había una parte sobre todo de mi que sentía miedo a que de nuevo se repitiera la experiencia.
Y no podía evitar comparar cualquier cosa con lo que ya había pasado :/
Una semana después nos surgió un viaje y después de mucho pensarlo y darle vueltas con temor por si ocurría algo en el camino nos fuimos, desde luego no se vive igual un primer embarazo, la inocencia, no saber, todo es nuevo, sin embargo ahora había un hecho que hacía que todo fuera diferente, el haber visto la otra cara de la vida y haber vivido una muerte gestacional, hace que seas más temerosa de todo pero si algo tiene que ocurrir no lo vas a poder evitar…
Nuestro viaje fue muy bien.
Como todo iba avanzando bien, la familia ya sabéis lo va diciendo, orgullosos de un nuevo miembro en la familia y cerca de la semana 9 comencé a manchar de nuevo, no fui al hospital sino que directamente fuimos de nuevo al ginecólogo privado.
Claro puedo decir que el trato nuevamente no tuvo nada que ver, el ginecólogo con mucho tacto me dijo lo que podía ocurrir que iba a hacer lo que estuviera en su mano pero que me tenía que preparar por si no salía bien.
Dentro del dolor de pensar que de nuevo me veía en la misma situación, el apoyo médico fue al menos positivo, me dieron recomendaciones, reposo absoluto y en una semana volver de nuevo para ver como iba todo.
Esa semana de reposo fue muy larga, de nuevo veía y sentía como mi cuerpo se preparaba de nuevo para despedir de forma tan prematura a mi hijo fallecido…
Volver a sentir de nuevo como poco a poco salía de mí su pequeño cuerpo sin vida, sin poder hacer nada por evitarlo…
Sentía rabia, dolor, impotencia, incomprensión de volver a vivir de nuevo lo mismo y sentirme de nuevo vacía y sola…
Después, sin estar preparada la gente te pregunta como va tu embarazo y tu te derrumbas…
En aquellos momentos quería que se hiciera un agujero en la tierra y me tragara, la gente no entiende que no estás preparada para hablar.
Hay gente que solo te pregunta por el morbo muy pocos realmente te preguntan por que te aprecian, y es justo en estas circunstancias cuando te das cuenta de quien está a tu lado, de quien te apoya de forma incondicional y quien solo se acerca para preguntar sin más, en un momento en el que estás muy vulnerable, en el que estás intentando aliviar tu dolor, tu ira, tu rabia, tu impotencia…
No sabía nada de lo que ahora se, han pasado 7 años desde que escribí estas palabras y 11 años desde aquel día de agosto en el que me decían de nuevo que mi segundo bebé había fallecido…
Es más duro ir avanzando cuando sabes que vas dejando huellas o más bien que ellos van dejando huellas en ti, en tu cuerpo, en tu alma, en tus sentimientos y con la impotencia de no poder hacer nada…
Por ello he querido escribir, compartir y darle un homenaje a mi bebé a pesar de no poder abrazarlo, a pesar de tener que haberme enfrentado de nuevo a la muerte.
Ahora si me siento empoderada, con fuerza, tras haber superado su duelo, su muerte y poder seguir avanzando en paz con él, conmigo misma, con el mundo.
Siempre estarás en mi corazón!! Has dejado un gran aprendizaje en mí!!
Un abrazo!!
Yo me identifico contigo, mi hija interrumpieron a las 26 sdg y después de un año y medio supe nuevamente que estaba preñada y ese mismo día que confirme inicio el sangrado de aborto espontaneo, eso tiene 1 semana y hoy sobre llega la tristeza y la rabia de que no están en mi casa y no besarlos…
Lo siento mucho Melany, te abrazo desde la distancia… Sin duda la muerte de un bebé durante el embarazo es algo que no esperamos, no nos enseñan que esto puede ocurrir y es necesario que cada madre pueda vivir su propio proceso desde dónde necesita vivirlo, con el apoyo y el acompañamiento necesario sin juicios y respetando en todo momento el espacio y tiempos de cada persona. Es un proceso de reaprender a vivir sin ellos, reaprender a vivir y poder honrar y recordar su memoria siempre. Muchas gracias por compartir tu experiencia y tus emociones, mucha fuerza y ánimo, un fuerte abrazo!!